Lo primero que visitamos es el Museo del Cobre, donde se guardan importantes vestigios arqueológicos de la zona.
A pocos metros del Museo del Cobre se localiza el "Cerro de la Coja", sitio de interés arqueológico que es también famoso porque aquí fue donde el fotógrafo Robert Capa realizó la fotografía de guerra más famosa de todos los tiempos: "Muerte de un Miliciano". Hoy un grueso monolito en el mismo lugar recuerda este hecho que ha llevado a que Cerro Muriano sea conocido en todo el mundo.
Desde el mirador del Cerro de la Coja, puede contemplarse una de las vistas mas hermosas de la provincia cordobesa.
Además, se constató la actividad metalúrgica en este yacimiento durante los comienzos del s.I a.C. hasta el momento en el que se decidieron construir los baños, esto debió ocurrir en época de Augusto. Los resultados de las excavaciones llevadas a cabo han puesto de manifiesto la importancia de esta localidad que, a partir de la época de Tiberio, debió de convertirse en una de las poblaciones mineras mas relevantes de la Bética.
Desde allí vislumbramos los desechos arrojados por las antiguas fundiciones y uno de los símbolos de Cerro Muriano: La Piedra Horadada, que luego veríamos más de cerca.
El conjunto de restos de las fundiciones, de estas minas de cobre explotadas por compañías inglesas, son fiel testigo de uno de los principales conjuntos industriales de Córdoba de finales de S. XIX y principios del S. XX. En breve será nombrado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Sitio Histórico.
Una vez contemplado el paisaje nos dirigimos hacia la zona baja, donde visitamos la Piedra Horadada, que se hace mucho más grande que cuando la vimos desde lejos. Se trata de un hermoso crestón de cuarzo en el que aún se aprecian restos de malaquita y azurita extraída por los antiguos mineros de Cerro Muriano. Las gentes de aquí dicen, cariñosamente, que esta piedra simboliza a dos cabezas de dos grandes leones enfrentados.
Por último visitamos los restos de las fundiciones que aún conservan muchos de sus edificios, como pozos y grandes "piscinas" que servirían para fundir el cobre no hace mucho tiempo atrás.
En esta ocasión nos acompañó nuestra compañera Gemma Carrasco, Dinamizadora del Centro Guadalinfo de Obejo (situado en Cerro Muriano) a quien agradecemos su amabilidad y predisposición a pesar de lo madrugador de nuestra visita.
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